Silva con los dientes apretados
la canción que suena del otro lado de la pared.
Aquellos dilemas están bien
si son para tirar arriba de un estofado
y comerlos todos antes de las tres.
Ella está con sus medias de nylón
abrochando los zapatos caminando despacio sus pesadillas.
En el colegio le enseñan a sentarse bien
reír sin que sea grotesca la risa
y rezar dos aves marias antes de comer.
Van dando el sermón del día
haciendo lista de los pecados que los hombres no deben cometer
y ella va guardando sumisa un gran archivo de miedos
a los que sabrá recurrir cuando la ocación permita
construír muros a todo proceder desconocido
que puede ser nocivo para la delicada miel
bien nacida y bien aventurada
que no recae en la asquerosa pulsión humana
sin antes castigarse la espalda hasta hacerla sangrar.
La moral cristiana
se viste elegante
y sale a pasear con guantes
para no contagiarse de los horribles seres
que habitan la tierra
que no tienen verguenza de su naturaleza animal.
martes, 5 de mayo de 2009
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