miércoles, 28 de julio de 2010

¿CoSa seI? Me sensibiliza la piel las notas de esta melodía. Irradio ansias sin consolarme con nada. Julio se levanta despacito quiere marcharse pero no le abro la puerta. Los papeleS se acumulan, pierdo los andaribeles que separan LaS cosas en mi CabeZa.

NoN capiSco. Y mE instalo en ese eStado adormecido del no entiendiMiento. No solo miento por aburriMiento, es poeSía la maNía de enRedarTe con mis deDos.
Tengo ganas de hacer un collage con todas tus fotos. Tengo una ansiedad de tomar todos los colores y revolverlos, tengo tantas musiquitas, dibujos, .jpg, archivos de texto.

Ojala todo fuera más lienzo y menos producto. Si miro como a veces miro todo es hoja para escribir mis mundos.

Tu funzine, tu mochila, tus peluches, las llaves de tu casa con muchos llaveros.

Éramos gracioso muñequitos que caminaban cantando canciones que solo nosotros escuchabamos.

Te miro y estas hecha de lana.
me emborracho de estos versos. me marean los finales de las palabras. que regocijo el hocico de la a.

imposible este viento

locosotaba todo lo que toco. estemburgo losabe pero noquiere que se lo diga. estepas en su cuerpo, lo toco, no miento, pero me come de a poco las entrañas este viento. armaduras llenaban los recovecos que dejabas abiertos. un poco de perfume para tapar este aliento. es que no quiero sepas lo que quiero. dejé en una cajita de música mi opinión de vos. la bailarina bailarotea perturbante con turbante escremiscular. no sabes lo que parlaroteo, pero es puro mosdisqueco crepuscular. equinoccio se llamaba el peluchisotoide que te regale aquel cumplelustro en que te ame. ahora los festejales estaran plansistrando algo para estos garabatos del calendario llamados díapasones por los apasionados.
la resistuta embadurnada en formalidades me discurrio de esta manera:
- ¿dónde carastoides aprendiose usté a parloteare de tan mal entraña?
- aprendí de los grandes escribitoreanos - respondiose mi corporalidad con voz de humanoide.
Estrepitoso modo de mover los pies tenía. La dama iba y venía, llevaba flores en su vientre. Los tacones hacían ruido, los cabellos batían duelo con el aire. Es un juego, una danza con palabras, darte el golpe certero, un torero con melena larga y vestido al cuerpo. Su daga no mata ni hiere, sólo cosquillea en el pecho, roba unos instantes el aire y luego se aleja misteriosa con su aire engalanante. Es un juego, pasatiempo, y no sabe otra manera, nada perdura en su cuerpo, todo efímero como estrellas fugaces. A veces taciturna mira la noche y la noche la mira a ella. Estrepitoso modo de mover los pies tenía. Era una apuesta con la luna captar almas al paso, jugar los versos con los que confundiría al transeunte. Sus palabras plumas que rozan las pieles y dejan pequeñas marcas imperceptibles. Dama de triste porte, pelo azabache, zapatos de tango, ojos canela, miel en sus manos. Nadie sabe como amarla y retenerla en sus brazos, siempre la brisa la lleva como hoja con su canto. Suenan tambores a lo lejos, la lluvia la esta llamando, ya la noche guiña su blanco ojo, y del suelo se alejan los zapatos.
Es todo muy melodramático
me digo mientras releo
afuera los astros hacen de las suyas
los planetas se emborrachan
y cambian todos los horoscopos.
Yo espero las 12 para darte un beso en la frente
y mientras paseo en mi cabeza
afuera la ciudad se mueve.

A veces, la poesía que más me gusta
es la suya,
la de él,
que nunca escribe.

invierno

Tengo escamas en la espalda
nudos en los dedos
me quedaron algunos pelos
que arrastre desde tu cama.
Estoy toda remendada
como un juguete viejo
los pellizcos dejan marca
cuando sueño que me desvelo.
No espero ya más el alba
no quiebro las ramas de enero
dejo que todo crezca sólo
todo es brisa aquí en mi pecho.
El invierno camina solo
los gentíos se dispersan
la calle gruñe su asfalto
porque los pies no la besan.
No quiero amordazarte,
es un juego este de atarte
a mi cintura
y movernos despacito
para no caernos.
Llevo en el pecho agujeros,
ausencias que fueron instalándose
armando campamento en mi cordura
volándome algunos huesos
dejándome un poco renga de amor.
No te enojes
si me vuelvo taciturna
si desvarío en la madrugrada
si evoco a los poetas muertos,
en la luna menguante
me crecen versos húmedos.
Agujas me pinchan los pies si camino
acercándome a vos,
me duele esto de amarte.
Yo sé, es una mala manera de querer
saltar rabiosa con las lágrimas brotando
apenas dudo, apenas temo.
Pero es acto reflejo
el nudo del estómago
cuando ella pasa y dice espontáneamente
lo que yo no puedo,
lo tira al aire tan desenvuelta, con su gracia de pavo real,
colorida en su rostro, sus sonrisas te hacen bailar,
yo miro desde acá, con los pinceles en mano
el cuadro que pronto arman y me pongo a llorar.