lunes, 11 de mayo de 2009

electra

Luz de mis ojos
amado mío
con que esperanzas bien distintas te recibo
de las que te enviado
cenizas
polvo
nada eres
y nada soy contigo
me has dejado tan sola
has matado con tu muerte
mi última esperanza
la espera de que un día
aparecerías con tu hermosisimo rostro ante mi
¡hermano mío!
hecho nada
muerto en lejanas tierras
lejos de tus seres queridos
infortunada yo
muerta en vida
un espectro que aún habita esta casa
más muerto que vivo
nadie notaría mi ausencia si un día no despertara
te he esperado largo tiempo
hermano mío
sin hijos, ni marido
sola aguardaba tu llegada
te he soñado tantas veces
te he aguardado con esperanzas
de que vendrías a librarme de los males que me oprimen
te he soñado alto y hermoso
fuerte como era nuestro padre
te he soñado noble guerrero
y yo tu desdichada hermana
de la que te compadecerías
y vendrías a cuidarme
como yo
te he cuidado cuando chico
y te he salvado de la muerte
te he dado en otras manos
para librarte de esta casa
¡oh hermano!
que remordimientos me da ahora haberte dejado partir
no haber podido cuidarte con mis propias manos
no haber estado en las noches, en los amaneceres
no haber dormido a tu lado
¡dioses de los infiernos!
que me arrebatan lo más preciado
quiero también yo descanzar bajo tierra junto a ellos
que aquí nada me queda
imagino tu rostro pálido
y un escalofrío me recorre
tus blancas manos hermano
y se empalidecen también las mías
circula más lento mi sangre
se vuelve hielo en las venas.
-¿eres tu la infortunada electra?
-ella misma.
¿porque te compadeces de mi extranjero?
¿eres familia acaso?
¡NO!
no me arrebates lo único que me queda de él
¿tan indigna soy del muerto?
¿es que esta vivo acaso?
¿eres tu?
¡Luz de mis ojos! ¡mi niño!
¿es verdad que te tengo entre mis brazos?
promete que nunca te alejaras de mi
mi niño lindo
te me has aparecido con ese hermosisimo rostro
que yo no he olvidado ni en sueños
dejame llenarme de gozo al verte
amado mío sientate aquí
que quisiera contartelo todo
dejame acariciar tu rostro para saber que es cierto que estás vivo
¡que si se me apareciera nuestro padre
sería capaz de dar crédito a mis ojos!
tanto te he pensado
te imagine llegar de mil modos
¡estás hermoso!
me veo en tus ojos hermano mío
eres un espejo en el que saber que existo
que sin ti ya no soy nada
sos la carne de mi carne
mi sangre, un pedazo de mi cuerpo
separados por puro azar genético
pero pegado igual a mi
como si de mi cuerpo saliera el tuyo
precioso mío
dejame dormirme en vos
en tu olor que he buscado por las noches entre las sábanas
que he intentado reproducir mentalmente
¡ahora te abrazo y no te suelto!
que sólo un rayo divino pueda separarnos
me has devuelto mi alma con tu regreso
no sabes lo pesado de mis días, las paredes que hacen eco a mis lamentos
sólo ahora puedo aliviarme un poco
ahora que vienes a mi
que los dioses te han traído
hermano mío, tu sabes lo que debes hacer, y que no hay que perder más tiempo
cuando sus voces se acallen nosotros descanzaremos
nosotros solos alma mía
ya sin las sombras que enturbian la casa
dime
dimelo todo
de tus viajes, tus andanzas
yo no he visto más que este techo
¡tu has visto el mundo!
yo lo veo a través de tus ojos y me basta
no necesito verlo
eres mis ojos, serás mis manos cuando ejecutes la venganza
yo después lavaré las tuyas
limpiaré la sangre
como noble hermana
no estarás solo
y si por las noches te persiguen las sombras
te hablan las voces de los muertos
yo y no otra
saldré a cuidarte
a quedarme a tu lado
a luchar contra las furias vengadoras
a hablar con los dioses del olímpo
si hace falta, en cualquier juicio
te acariare
y dormiras contra mi pecho
como cuando niño
y tenías pesadillas
y yo te cuidaba
¡ay hermano mío!
si pudiera ponerte en palabras
todo este enjambre de cosas que revolucionan en mi al verte
como explicarte todo lo que he pasado
¡estás igualito a nuestro padre hermano mío!
a mi amado padre
pero tu
tu no te irás de mi
me pondré delante de quién quiera hacerte daño
dando mi vida antes que la tuya
tendré el coraje y la astucia que no pude antes
cuando débil vi a nuestro padre morir
y no pude más que llorarlo día y noche
pero a ti no te dejo ir
que venga el mismisimo ares a batallar conmigo
si algún día quieren llevarte
que si te marchas a la tierra de los que no hablan ni oyen
contigo me voy al descanzo eterno
amado mío
mi almita
he albergado en mi corazón tanto deseo
no sé si esta bien esto que siento
pero no quiero más que tenerte a mi lado
que probar tu piel rosada
que amor más grande puede haber
que este que siento
¿estará mal acaso quererte desproporcionadamente
con todo el cuerpo y el alma?
yo te los doy los dos
entera me entrego a tus manos
no tengo más que decir
tu anda que yo estoy sujeta a vos como por unos hilos de plata
no te suelto ni aunque quisiera
ni aunque me esforzará en no quererte
círculos de plata nos rodean y nos aprietan uno contra el otro
tu cintura y mi cadera
tu pecho contra mi pecho
y los corazones laten al mismo ritmo
nos hemos sincronizado las respiraciones
y el circular de la sangre
la misma sangre
que alarga su recorrido
a los dos cuerpos
la misma sangre
que se me acumula toda junta en un punto
y enrojezco
frente a tus hermosos ojos que me miran
y me transpasan
me veo en vos hermano
vivo en vos
muevete con cuidado
que nos llevamos encima
los destinos atados
cocidos con hilo de oro
uno al otro
como mi cuerpo al tuyo
que se completa con el tuyo
como buscando su otra mitad
su género opuesto
la pieza que completa el entramado de pieles
y engendran la vida
sos el fruto y la semilla
sos mañana y sos presente
sos yo y lo que me falta
sos lo que me queda cuando no me queda nada
almita mía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario