gracias por salvarnos de vuelta

¡Gracias por llegar!
justito justito
lo estabamos esperando
con galletitas
y té con leche
sentaditos mirando la ventana
sin pestañar.

Estabamos justo
a punto de caer
de tirar por la borda
todo lo que estuvimos procesando
este último tiempo
a punto de quemar
nuestro trabajo arduo
por un momento de distracción
de mirar atrás
de volvernos piedra.

Pero por suerte
nos salvo
tu presencia
el presente vestido de gala
tocando timbre
abriendo puertas
el rayo justo a tiempo
en medio de la cabeza
que nos dice:
hola hola hola
estoy acá y soy más importante
que todo eso que pensas y revolves
y que no hace más que atarte
a historias ya resueltas,
como películas
que ya sabes el final.

Gracias por llegar
justito a tiempo
lo estabamos esperando
aunque no se lo vayamos a decir
pero quizás usted lo pueda descubrir
si mira atento
en nuestra mueca de gratitud.