lunes, 4 de mayo de 2009

è morto

Exponer el corazón,
enterito entregado en bandeja
a los cocineros del restaurant de acá a la vuelta
a que hagan con él el menú
que más les convenga
y les venga ganas de cocinar,
que total después
armamos la salsa y nadamos en ella
naufragando en lo espeso
de dejarse llevar.
Mirar de frente el reflejo
en el agua más turbia
y verse el rostro muerto
el esqueleto del rostro
sin pestañar,
así después en aguas claras
lavarse la cara sonriendo
a que el túmulto de tiempos
nos has dejado sosteniendo
nuestra propia eternidad
en el momento ese en que admitimos
que la nada misma espera quieta
y nos reímos cuando decimos
que los muertos no saben que están muertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario