martes, 19 de mayo de 2009

M. S,

No puedo siquiera reprochar
al final
comenzamos el final
a tiempo.

Saberlo rápido
adelantarme
a que sea peor
cambiar al rumbio
girar a 180 grados
ahora
y no después
no cuando no pueda alejarme de vos
cuando no quiera.

Que tonta
las cosas
que dibuje
sin saber
sin saber
creer
en
vos.

Otra
vez
la moneda cayó
para el lado de la soledad
señora vestida de negro
con la melancolía en su frente.

Maria Soledad.
Reina de nuestras desdichas.

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