lunes, 4 de mayo de 2009

casi cierto

Me empache de presentes
cuando dije
"no extrañar".

Si callo ahora
nunca sabré
como sonaba el eco
de mi voz en este espacio.

Un campo minado
de sobres sin remitente,
estoy ansiando
que abras alguno
y lanzes proféticamente mi nombre al aire
para que estalle la bomba arcaica
de los guiones que invento.

Un surtido incierto de clemencias
a la hora del duelo psicosomático
en que adentramos difusos
cuando invocamos las bestias que nos habitan.

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